Adicciones, calle y delincuencia | Julio 2024
Fecha de publicación: 7/2024
La problemática de las adicciones, las personas en situación de calle y la puerta giratoria de las cárceles
Foto: Ministerio de Desarrollo Social (Mides)
La presencia de gente en situación de calle se ha vuelto moneda corriente en Montevideo y en varias ciudades del país. Se trata de personas que deambulan tratando de hacer una moneda como sea para sobrevivir. Es una población crítica y marginal esencialmente masculina que desde hace tiempo se volvió un dolor de cabeza para los vecinos y las autoridades.
Sean los barrios de la capital o de Durazno, Salto, Maldonado, Las Piedras o Pando allí están desencajados de cualquier red social. Muchos son adictos a las drogas y/o al alcohol, padecen patologías psiquiátricas y pasaron por el sistema penitenciario del Uruguay sin poder reinsertarse en la sociedad tras su salida. Por lo general no tienen vínculos familiares a quién acudir ni vivienda ni la capacidad de ser autosuficientes. Se han vuelto un problema cada vez mayor y son carne de cañón para el narcomenudeo y el delito.
El Monitor de Seguridad de CERES abordó la problemática con el fin de aportar insumos para su mejor comprensión.
La población en situación de calle
El fenómeno de las personas en situación de calle, principalmente en Montevideo, ha mostrado un significativo incremento en los últimos años, alcanzando las 2.756 en 2023. De las cuales 1.375 viven a la intemperie y 1.381 en distintos centros diurnos o nocturnos de contingencia. Esta situación revela que se consolida un estado de vulnerabilidad social permanente.
Es posible establecer un vínculo nocivo con el sistema carcelario y el consumo de drogas. El 53% de las personas que viven a la intemperie han estado privadas de libertad, y el consumo diario de sustancias psicoactivas es alto entre esta población, alcanzando al 72%.
Por otra parte, la vulnerabilidad con la que conviven las personas que se encuentran en esta situación, las hace susceptibles a ser explotadas por grupos criminales para actividades de narcomenudeo, exponiéndolas a mayores riesgos de violencia y delito.
El informe del último censo del MIDES realizado en agosto de 2023 destaca que el 89% son varones con un promedio de edad de 39 años, siendo la edad promedio en la que estuvo por primera vez en calle de 28 años. Otra característica es el bajo nivel educativo, el 42% no supera primaria y solo un 4,9% completó el bachillerato.
La ruptura de vínculos (43%) es el principal motivo declarado como desencadenante de la situación de calle. Le siguen las adicciones (35%), la insuficiencia de ingresos o pérdida de trabajo (15%), y la pérdida de un familiar (14%).
La institucionalización, aunque no sea declarada como motivo desencadenante de la situación de calle, sí es un fenómeno que está muy presente en esta población. Un 10% declara que estuvo internado en INAU por conflicto con la ley, 53% reconoce que estuvo preso (la mitad de éstos estuvo preso hasta 3 veces) y 48% de éstos ya habían dormido en calle antes de estar preso y el 52% quedaron en calle al salir de la privación de libertad. Estos porcentajes pueden ser un poco mayores, considerando que no todos reconocen haber estado privados de libertad y que las personas relevadas mostraron un 60% de adhesión a la encuesta.
Del mismo modo los resultados de la encuesta sobre la salud mental y el consumo de sustancias psicoactivas revelan preocupantes estadísticas. El 36% de los encuestados declara que recibe o ha recibido tratamiento para problemas de salud mental, y el 20% ha estado internado por estos motivos. En cuanto al consumo de sustancias, el 91% de los participantes consume algún tipo de droga, con un 72% haciéndolo de forma diaria, lo que significa casi 2.000 personas. Asimismo, el 57% nunca recibió tratamiento por consumo problemático.
Las sustancias más consumidas son la pasta base de cocaína (77%), el alcohol (53%), la marihuana (48%) y la cocaína (23%). Entre los consumidores diarios, el 70% usa pasta base, el 53% consume alcohol, el 53% marihuana, y el 31% cocaína. Además, el 43% de los encuestados afirma que recibe o ha recibido tratamiento por su consumo de sustancias, y el 39% ha estado internado debido a ello.
Los que viven a la intemperie
De acuerdo con datos relevados por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), en 2023 se registraron 1.375 personas viviendo en la intemperie en Montevideo (que concentra alrededor del 85% de las personas en situación de calle en el país), cifra significativamente por encima de los 556 registrados en 2016. Desde que comenzaron los conteos, la tendencia ha sido creciente, con la salvedad del dato de 2020 (885), que fue inferior a 2019 (1.043).
Este fenómeno afecta principalmente a los hombres, que representan el 89% de este universo.
Dentro de la población que duerme a la intemperie, el 53% ya estuvo privado de libertad. Si bien esta cifra no presentó variaciones significativas desde 2019, en la actualidad está 8% por encima de los datos registrados en el primer censo de 2016. Es decir que, además de crecer el número de personas viviendo a la intemperie, también crece la proporción de quienes pasaron por el sistema carcelario.
Poniendo el foco en la población que ya estuvo en la cárcel, el 52% quedó en la calle al recuperar la libertad, mientras que el 48% ya había dormido en la calle previo a la reclusión. No obstante, solo 4% esgrime al egreso de la privación de libertad como motivo por el que se encuentra viviendo a la intemperie. El 35% se lo atribuye a las adicciones.
El consumo problemático de drogas es un fenómeno mayoritario dentro de la población relevada: el 72% consume psicoactivos diariamente (entre 2016 y 2020, esta cifra se ubicaba en el entorno del 58%. De ellos, el 70% utiliza pasta base, el 53% alcohol y el 31% cocaína.
Mientras que, en los hogares apenas 1,4% de la población consumió alguna vez en su vida pasta base (OUD, 2019), en el caso de las personas en la intemperie, al menos la mitad de ellos lo hace a diario.
Consumo de drogas en la cárcel
Una medida clara del vínculo entre delincuencia y consumo problemático de drogas es la alta incidencia de conflicto con la ley entre consumidores de pasta base de cocaína: prácticamente uno de cada tres estuvo alguna vez en un centro de menores por cometer delitos (31%) y cerca de la mitad (44%) estuvo alguna vez en prisión siendo mayor de edad (Observatorio Uruguayo de Drogas, 2019).
Como se trató en el Monitor de Seguridad de octubre de 2023, el conflicto con la ley antecede al consumo de drogas entre privados de libertad. Un relevamiento del Observatorio de Drogas de 2016 muestra que esto es particularmente cierto para los hombres detenidos que alguna vez consumieron pasta base: el 62% reconoce que el delito ocurrió antes del consumo.
Esta cifra asciende al 78% cuando se incluyen otras drogas. En otras palabras, los hombres –más de 9 de cada 10 privados de libertad— generalmente delinquen antes de consumir, siendo la privación de libertad una de las razones que explica la aparición del consumo.
La situación entre las mujeres privadas de libertad es notablemente diferente, siendo el vínculo con la droga una de las principales puertas de entrada al sistema penitenciario. Generalmente, el delito ocurre luego de la experiencia de consumo.
Según el mismo estudio, el 57% de las mujeres privadas de libertad que alguna vez consumieron pasta base declara haber consumido esa droga antes de cometer algún delito. Solamente el 29% reconoce que el delito antecede al consumo, mientras que el 14% restante indica que iniciaron el consumo y el delito a la misma edad.
Existen diferentes teorías y enfoques que relacionan el uso problemático de drogas con el delito. De acuerdo con Castelli (et al., 2019), el 40% de los reclusos señala que cometió el delito que los llevó a la prisión estando bajo los efectos de drogas. De estos, el 67% señala que no habría cometido el ilícito de no haber estado intoxicado.
Por su parte, el 17% de los reclusos señala que robó para comprar drogas. Dentro de estos, el 58 % consumía marihuana con frecuencia, el 41% pasta base, y el 26 % cocaína.
Sólo el 28% de los consumidores de pasta base antecedieron el consumo al primer delito.
El vínculo con el narcomenudeo y “los caminantes”
De acuerdo con fuentes policiales, diferentes grupos criminales dedicadas al narcomenudeo (distribución final de los expendedores de droga a los consumidores) están utilizando a las personas en situación de calle para sus actividades delictivas bajo dos modalidades.
Una de estas modalidades es denominada “los caminantes”. Esta táctica consiste en entregarles pequeñas dosis de drogas a personas en situación de calle para distribuir y, a cambio, se les retribuye con dosis para su propio consumo. De esta manera, los vendedores no se exponen al riesgo que supone la venta en un punto fijo, dificultando así la tarea policial para la persecución del delito.
Además, se expone a “los caminantes” a represalias por parte de los distribuidores, por consumo de la droga a vender o por retención del dinero obtenido. El pasado mes de febrero, dos personas en situación de calle fueron baleadas en las inmediaciones de la terminal de Tres Cruces y, como consecuencia, cinco personas dedicadas a la distribución de drogas fueron detenidas (El País, 2023).
La otra modalidad empleada es “los drones”, según dijeron desde la Policía. Esto refiere a que las personas en situación de calle son enviadas a “bocas de drogas” bajo el control de grupos criminales rivales para conseguir información acerca de cómo es la operativa de la misma y quiénes son sus clientes, con la finalidad de asaltar. A cambio de la información que proporcionan, estas personas son recompensadas con dosis para su consumo.
El asalto de “bocas de drogas” se da en forma reiterada en los diferentes barrios de Montevideo, que por supuesto no se denuncia ni se registra, y después genera reacciones muy violentas entre los involucrados.
Reflexiones finales
La situación de calle, el consumo de drogas y el sistema carcelario están intrínsecamente ligados en un ciclo vicioso que perpetúa la vulnerabilidad y marginalización de individuos que padecen esta situación lo que acreciente los problemas de convivencia social.
A pesar de la mejora que experimentó Uruguay en diferentes indicadores socioeconómicos en las últimas dos décadas, la marginalidad, reflejada en la población carcelaria y la situación de calle, fue a contramano y se observa un deterioro de estas situaciones. Como consecuencia de esto, hay una población extremadamente vulnerable cada vez más numerosa a merced de grupos delictivos, exponiéndolos a situaciones de violencia, abuso y mayor marginalidad.
El hecho de que más de la mitad de las personas que duermen a la intemperie hayan experimentado la cárcel, sugiere que el sistema penitenciario no solo no resuelve los problemas subyacentes que llevan a la criminalidad, sino que puede contribuir a la perpetuación de una situación compleja y nociva para la sociedad.
A su vez es una población con altísimos porcentajes de adicciones y consumo problemáticos de sustancias, lo que incrementa la gravedad de la situación.
Más allá de mejoras legislativas o de restructuras a nivel de organismos, aún faltan cambios interinstitucionales y la correspondiente asignación de recursos presupuestales para enfrentar un problema social y de derechos humanos que afecta tanto la convivencia social como la seguridad pública.
Por otra parte, el último censo del MIDES revela la fuerte relación entre uso de drogas altamente adictivas y la situación de calle. Al menos la mitad consume pasta base diariamente. A su vez, la mayoría de los consumidores de esta sustancia en la cárcel, antecedieron el delito al consumo. Por lo tanto, es posible establecer un vínculo estrecho entre los tres fenómenos: cárcel, droga y cárcel.
CERES (2023). Monitor de Seguridad – octubre 2023. Recuperado de: https://ceres.uy/index.php/estudios/ficha_estudio/88
Castelli, L., Keuroglian, L. Ramírez, J., Rossal, m., Suárez, H. (2019). Desarmando tramas: dos estudios sobre consume de drogas y delito en población privada de libertad.
El País (2024). Detuvieron a sospechosos del ataque a balazos a dos personas el pasado fin de semana en Tres Cruces. Recuperado de: https://www.elpais.com.uy/informacion/policiales/detuvieron-a-sospechosos-del-ataque-a-balazos-a-dos-personas-el-pasado-fin-de-semana-en-tres-cruces
Ministerio de Desarrollo Social (2023). Relevamiento de personas en situación de calle en Montevideo 2023.
Observatorio Uruguayo de Drogas (2019). VII encuesta nacional sobre consumo de drogas en población general.