Yazaki y más

Yazaki y más

 Ricardo Peirano, 21 de febrero de 2025

El shock del cierre y retirada del Uruguay de la empresa japonesa Yazaki, concretada el 31 de enero y que dejó unos 1200 trabajadores en la calle parece haber llegado a su fin. O al menos, a aquietar las aguas. Lo que no llegó a su fin son las causas que lo provocaron: la baja competitividad y loa conflictos sindicales.

La calma sobre este episodio llegó luego del acuerdo alcanzado esta semana entre la empresa y el poderoso sindicato de la Unión Nacional de Trabadores del Metal y Ramas Afines (Untmra). En la sede del Ministerio de Trabajo (MTSS) se acordó que la empresa japonesa se desdecía de su afirmación que se retiraba de Uruguay, entre otros motivos, por la conflictividad sindical, se mejoró la liquidación por egreso que la empresa iba a pagar, y se ofreció por parte del MTSS un seguro de desempleo especial para los trabajadores. Seguro que probablemente fijará el nuevo gobierno con un Ministerio de Trabajo que sopla muy a favor de los trabajadores, sean cuales sean las circunstancias.

Lo que estas negociaciones demostraron es que en Uruguay no es fácil para una empresa tomar la decisión de irse, aún pagando todos los rubros laborales, y esto será algo que tomaran en cuenta potenciales inversionistas que estudien instalarse en estas tierras.

Parece que nadie se puede ir, o cerrar la empresa, sin permiso del sindicato o del PIT-CNT o sin negociar condiciones más favorables que las establecidas en la ley. Los sindicatos aprietan y las empresas ceden.

Pero de todo esto hay una lección que ya se irá extendiendo por el sector empresarial y es que si no es fácil irse será mejor pensarlo dos veces antes de venir. Es algo que deben tener en cuenta los gobiernos que quieren atraer esas necesarias inversiones para que el país pueda crecer a tasas más importantes que el esmirriado 2% anual de los últimos 70 años.

Es interesante ver como valoró este acuerdo Marcelo Abdala, presidente del PIT-CNT e integrante del Untrma. Según el presidente del PIT-CNT, el cierre tiene que ver con lo que la empresa “valora como problemas de competitividad”, pero que el sindicato valora como “problemas de una transnacional que muchas veces se ha relocalizado, mudado, ya tres veces entre distintos estados dentro de la República Federativa de Brasil, busca ganancias de corto plazo en función de conquistar dotaciones de mano de obra con menos derechos de los que socialmente hemos conquistado o tenemos en el país. Es decir, aquí el objetivo es aumentar la rentabilidad. El precio de lo que se produce es el mismo”, agregó el presidente del PIT-CNT.

En buen romance, al PIT-CNT le molesta que la empresa busque mejorar su rentabilidad, a la que ellos juzgan  buena (no se sabe en base a que criterios). Y también le molesta que la empresa busque “ganancias de corto plazo en función de conquistar dotaciones de mano de obra con menos derechos de los que socialmente hemos conquistado o tenemos en el país”. En ese sentido, y pese a lo acordado en el MTSS sí parece que la partida de Yazaki tiene que ver con los derechos laborales que rigen en este país, como ir a la huelga. para hablar de Venezuela, o de de temas políticos internos que constituyen luchas propias del movimiento sindical como la derogación de la LUC.

Es decir, que las empresas deben tener una rentabilidad que el sindicato considere razonable y no más. Y parece un pecado grave buscar más rentabilidad. Una concepción del mundo de los negocios y de la economía realmente curiosa. Aunque muy en línea con las afirmaciones del futuro ministro de Trabajo. Juan Castillo, de que el objetivo del Partido Comunista es establecer el socialismo en Uruguay. Y allí se acabarían todos los problemas porque ya no habría propiedad privada -o ella sería mínima como en Cuba- y ya no habría “problemas de rentabilidad” porque no habría interés por la rentabilidad.

Por ello es lógico, aunque el “ideal socialista” esté aún muy lejano, que en el sector empresarial están mirando muy atentamente las medidas del futuro gobierno y muchas inversiones están en pausa hasta que se aclare el panorama.

Si a eso le sumamos los problemas de competitividad que tiene la industria en general y sobre los que advirtió el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Leonardo García, en una entrevista concedida a El Observador, tenemos un panorama más que preocupante. García dijo que hay varias industrias y sectores preocupadas por la situación “Si no se corrige la competitividad, entiendo que va a suceder lo que ya sucedió con Yazaki. Si al comunicado de la empresa -con las causas del cierre- le borramos el nombre y le ponemos el de las últimas industrias que se fueron del país o que cerraron, le cabe perfecto. Y si a ese comunicado le ponemos el nombre de “industria nacional”, también le cabe perfecto. Ese comunicado es bien concreto y refleja un poco cuál es la problemática del sector industrial”.

O sea, no es solo Yazaki quien busca más rentabilidad “a corto plazo” sino es todo el sector industrial que lucha, no ya por rentabilidad, sino por sobrevivir. Por algo hay que dar tantas exenciones impositivas para que empresas extranjeras se instalen en Uruguay.

Si seguimos por este camino, habrá muchos más casos como Yazaki y muchos más trabajadores en seguro de paro o en seguro de paro “extendido” por los siglos de los siglos.

Ojalá la partida de Yazaki haya sido un buen llamado de reflexión a los sindicatos y a los gobiernos. Las fuentes de trabajo genuinas vienen de la inversión privada y este de las condiciones legales y laborales de un país. Si el nuevo gobierno apuesta, como ha dicho el futuro ministro de Economía Gabriel Oddone, a duplicar la tasa de crecimiento, será preciso atacar los problemas de competitividad y de escasa flexibilidad laboral. Algo ha adelantado al respecto el futuro ministro Oddone. Habrá que ver que dice su colega del Ministerio de Trabajo y de otros sectores del gobierno. En todo caso, es deseable que las lecciones del caso Yazaki no caigan en vano. Por lo pronto, este lunes 16 los industriales pidieron a Oddone una modificación de la negociación salarial para considerar la localización de las empresas y su tamaño. Algo es algo, para recuperar competitividad.

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