El combate a la inseguridad no admite la menor demora
El combate a la inseguridad no admite la menor demora
Daniel Supervielle, 3 de marzo de 2025
En un país donde la seguridad se ha convertido en una demanda ciudadana ineludible, las coincidencias entre los programas de los partidos políticos uruguayos abren una ventana de oportunidad histórica: construir un gran acuerdo nacional que enfrente con decisión el narcotráfico y fortalezca la seguridad pública.
El último análisis del Monitor de Seguridad de CERES sobre las propuestas de medidas propuestas tanto por el programa del Frente Amplio como de los partidos que integran la Coalición Republicana revela un consenso sorprendente: todos apuestan por un enfoque integral que combine represión y prevención, reforma penitenciaria, profesionalización policial y lucha frontal contra el crimen organizado.
Este terreno común no es un detalle menor; es la base para una política de Estado que trascienda las diferencias partidarias y priorice el bienestar colectivo.
La lucha contra el narcotráfico, en particular, exige esta unidad. Los partidos coinciden en fortalecer controles fronterizos, impulsar la cooperación internacional y desarticular redes criminales con tecnología y unidades especializadas.
A esto se suman propuestas para humanizar cárceles, reducir la reincidencia mediante educación y trabajo, y prevenir el delito atacando sus raíces sociales. La realidad latinoamericana, con el sufrimiento desgarrador de pueblos que pagaron caro la falta de acción oportuna, debería bastar para sacudir al sistema político y empujarlo a actuar.
No es momento de reprochar lo no hecho ni de perderse en tácticas electorales; es la hora irrevocable de un acuerdo nacional. Transformar estas ideas en acción requiere voluntad política y un compromiso real de todos los sectores.
La ciudadanía no espera más diagnósticos, sino soluciones tangibles. Un gran acuerdo multi partidario no es solo viable, sino imperioso: el narcotráfico y la delincuencia asociada no negocia con ideologías, y la seguridad merece ser una causa común por encima de quien esté gobernando.