PULSO GLOBAL| AGOSTO 2024

Fecha de publicación: 8/2024

En la edición de agosto de Pulso, que compartimos este viernes 23 de agosto, dirigimos la mirada al mundo.

Sin duda, la campaña electoral en Estados Unidos cobró mayor interés con la renuncia del presidente demócrata Joe Biden a la candidatura, cediendo el lugar a su vicepresidenta, Kamala Harris, aclamada esta semana en la Convención del partido. Harris está logrando posicionar al Partido Demócrata en la contienda contra el candidato republicano Donald Trump, con miras a las elecciones del próximo 5 de noviembre.

Aunque lejos de su propio territorio, la guerra en Gaza es un asunto que la Casa Blanca necesita resolver antes de los comicios estadounidenses. Sin embargo, se está lejos de un acuerdo de paz, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, Egipto y Qatar. Israel y Hamás, que controla la Franja de Gaza, mantienen profundas discrepancias sobre la hoja de ruta propuesta por los gobiernos mediadores.

Asimismo, la guerra entre Ucrania y Rusia está en un punto muerto. La sorpresiva ofensiva del ejército ucraniano en territorio ruso y el avance de las fuerzas de Vladimir Putin en el este de Ucrania son señales de lo lejos que está una solución a un conflicto que ya lleva dos años y medio.

En este convulso marco mundial, que se suma a los problemas internos, Keir Starmer asumió como primer ministro de Gran Bretaña, marcando el regreso del Partido Laborista al poder, luego de 14 años en la oposición. Días antes de su asunción, estallaron violentas protestas callejeras antiinmigrantes, con ataques a mezquitas y centros de alojamiento para solicitantes de asilo en ciudades de Inglaterra e Irlanda del Norte, lo que tiene en alerta a la nueva administración.

La salida del Partido Conservador, luego de varios períodos en el número 10 de Downing Street, por desgaste en el ejercicio del gobierno y malas gestiones tras el Brexit, guarda similitudes con la situación del Partido Liberal Democrático de Japón, cuyo primer ministro, Fumio Kishida, anunció su renuncia, presionado por un escándalo de corrupción y problemas económicos.

Japón puede parecernos una realidad muy lejana, pero el liderazgo de Kishida ha convertido al país en un actor decisivo en Asia para la defensa de los valores prooccidentales.

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