Estado actual, impacto y potencial del sector cárnico del Uruguay
Fecha de publicación: 12/2024
El sector cárnico en Uruguay es uno de los principales motores de la economía nacional, con un impacto significativo tanto en la actividad como en la generación de empleo. Este informe analiza la situación actual del sector, destacando su relevancia en la economía, así como su papel descentralizador, y centra la atención en los desafíos que enfrenta para mantener la competitividad en el mercado global.
El sector emplea de manera directa a casi 90.000 personas, la actividad agroindustrial con mayor capacidad de generación de puestos de trabajo.
Entre exportaciones y consumo interno, tiene un impacto directo en la economía de más de USD 3.500 millones al año. Además, el impacto indirecto por los encadenamientos que se generan para abastecer a la producción en la fase primaria, el transporte y en la fase industrial, son de magnitud considerable. Por cada dólar generado, el impacto total en el PBI más que se duplica por mayor actividad en subsectores como la cría de ganado, elaboración de alimentos preparados para animales, cultivos de cereales, comercio, transporte y otros.
En total, el impacto supera el 10% del PBI, a lo que debe sumarse además el impacto inducido (por gastos asociados al poder de compra de trabajadores vinculados a la cadena).
A su vez, el aporte impositivo totaliza casi USD 700 millones al año entre impuestos directos e indirectos: USD 306 millones en fase primaria, USD 18 millones en transporte y USD 364 millones en industria.
Todo esto, además de mostrar la magnitud de la actividad y su alto impacto en la economía por los insumos requeridos para su producción, motiva a generar líneas de acción para incrementar la producción. El stock bovino (11,3 millones de cabezas en el último ejercicio) y la faena (casi 2,4 millones de cabezas en el ejercicio) muestran estabilidad en las últimas décadas, así como también las exportaciones en volumen. Esto contrasta con otros sectores que han tenido una evolución mucho más dinámica en el período (ej.: forestación, TICs). Por lo tanto, a pesar de su relevancia, el sector cárnico enfrenta varios retos entre los que destaca la elevada carga arancelaria efectiva en mercados actuales y potenciales, lo que reduce la competitividad de la producción.
Más allá de esto, Uruguay se posiciona de buena forma ante una demanda global de carne que se proyecta pujante, según USDA. Por un lado, porque el país produce carne de la mejor calidad a nivel global, en un entorno natural en base a pasturas nativas, ideal para la cría de animales. Por otro, por la sostenibilidad y trazabilidad de su producción, altamente valorada por mercados exigentes como el europeo.
En resumen, el sector debe encarar cambios para superar una estabilidad que lleva décadas. La demanda existe, y Uruguay tiene ventajas comparativas para abastecer mayores demandas futuras, pero debe ser más productivo para lograr competitividad.
